Considerando la importancia de esta fecha y las diversas acciones y propuestas que se generan en los diversos establecimientos educativos, se propone trabajar en lo que denominará la "Semana de la Memoria", que comprenderá desde el día 21 al 25 de marzo.
El 24 de Marzo ha sido declarado en el año 2002 como el Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia, y desde 2006 forma parte del calendario escolar. Esta disposición se encuadra en una política de Estado que tiene como objetivo el ejercicio permanente de la memoria y la reflexión, la búsqueda de la verdad y el pedido de justicia.
El golpe militar de 1976, que sin ser el primero fue el más violento y sangriento de nuestra historia, utilizó al Estado y sus instituciones para imponer un plan de exterminio que consistió en el secuestro/ tortura/ desaparición y asesinato de miles de argentinos. No fueron sólo militares quienes dieron el golpe, contaron con el beneplácito de muchos sectores de la sociedad civil. Una de las herramientas fundamentales de la que se valieron para instaurar el autodenominado "Proceso de Reorganización Nacional" fue la imposición del miedo a través del terror.
En el ámbito educativo, la dictadura militar tendió al vaciamiento de los contenidos curriculares y redujo el presupuesto del área. Además, impulsó la privatización de la educación pública y la transferencia de los servicios educativos a las provincias y municipalidades.
Otra de las políticas centrales consistió en militarizar la escuela. La vigilancia y censura de todo lo que fuera considerado "enemigo" tuvo un fuerte impacto en el campo educativo. Muchos de los desaparecidos han sido docentes o estudiantes; varios formaron parte de las llamadas "listas negras".
Hacia 1977 circulaba al interior del sistema el documento Subversión en el ámbito educativo: Conozcamos a nuestro enemigo, donde se implicaba a los docentes en acciones de control y represión. En este documento, redactado desde el Ministerio de Educación de la Nación, se señalaba como una acción subversiva: "el empleo de bibliografía, material de enseñanza y recursos didácticos que, objetiva o subjetivamente, contienen ideología marxista u otras extrañas a nuestra nacionalidad".
Esta censura llevó a que fueran prohibidos libros destinados a lectores de todas las edades. Allí estaban El Principito, La torre de cubos, Un elefante ocupa mucho espacio, El Eternauta, Operación Masacre, Las venas abiertas de América Latina entre otros tantos. También hubo autores prohibidos, que en muchos casos terminaron en el exilio o formando parte de la triste lista de nuestros 30000 detenidos-desaparecidos.
Todos aquellos materiales didácticos, actividades y docentes que tendieran a generar en el estudiantado la reflexión crítica, la democratización de los conocimientos, que impulsaran valores como la solidaridad, la libertad, la participación, eran incompatibles con los objetivos del gobierno de facto y debían ser censurados, exonerados, asesinados o desaparecidos.
Propuestas de trabajo para las instituciones educativas de la Provincia