Buenos Aires Provincia
Salvador Allende
Bernardo O´higgins Riquelme
Tounens
Luis Emilio Recabarren


“La niñez de Chicho Allende”


“Miles y miles de hombres sembraron su dolor y su esperanza en esta hora que al pueblo le pertenece”

“La carrera política y el amor de la Tencha”

¡Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores!



“La niñez de Chicho Allende”

Salvador Allende nació en Valparaíso, el 26 de junio de 1908. Su padre fue Salvador Allende Castro, un abogado y periodista de clase media alta y su madre Laura Gossens Castro. El matrimonio tuvo cinco hijos, de los cuales dos de ellos fallecieron muy pequeños y su madre decidió repetir sus nombres con los dos siguientes hijos: Salvador y Laura.

Su familia perteneció históricamente a la vida pública. Sus padres y tíos pertenecían al partido radical; su abuelo, el Doctor (abogado) Allende Padín,  fue senador radical, vicepresidente del Senado y el fundador de la primera escuela laica en Chile.  

Durante sus primeros años de vida vivió en Tacna, ciudad donde se encontraba el liceo en el que aprendió las primeras letras. Su infancia coincidió con un momento de profundos problemas económicos y sociales en Chile, marcado por la profunda desigualdad entre las clases trabajadoras y los sectores ricos.

Para el año 1918 su padre decidió enviarlo al Instituto Nacional ubicado en la capital de Chile. Mientras cursaba el 4° año de humanidades, Salvador Allende escuchó hablar de Revolución de Octubre. Sin lugar a dudas los sucesos de la Rusia transformarían su mirada del mundo al igual que la de millones de personas. Uno de los hombres que influirían en el joven Allende sería un maestro ebanista, Juan Demarchi, perteneciente a la cultura anarquista, con quien compartiría debates sobre los problemas de la "cuestión social".

Una vez cumplido el servicio militar ingresó a la universidad de Medicina. Allí asumió la presidencia del Centro de Alumnos de Medicina y la vicepresidencia de la Federación de estudiantes de la universidad de Chile,  situación que coincidió con un conflictivo momento histórico, caracterizado por el fin de una fase dorada, basada en los beneficios del excedente salitrero y por consiguiente un agudo conflicto en todas las áreas de la sociedad. Fueron años tensos que culminaron con la irrupción militar y  posterior dictadura de Carlos Ibáñez del Campo (1927-1931).

A principios de la década del treinta, el clima social no había cambiado; tras sucesivas manifestaciones populares que movilizaron al país, cayó el régimen del dictador Campos. Sin embargo, el compromiso de Allende, que era cada vez más profundo, lo llevó a asumir como dirigente estudiantil y algún tiempo después tomar posición activa en favor de la República Socialista española de (1932). Esta actitud le costó la comparencia ante tres Cortes Marciales. Mientras la detención, le comunicaron la lamentable noticia del fallecimiento de su padre a causa de una severa afección por la diabetes. Luego de recibir un permiso de dos horas, pudo despedirse del cuerpo de su padre.

 “La carrera política y el amor de la Tencha

Desde muy joven había comprendido que quería servir a Chile con su vida, aportar a la lucha histórica de los trabajadores. Para el año 1933 participó en el proceso de fundación del Partido Socialista de Chile, partido en el que militaría  hasta el final de sus días.

A pesar de haberse graduado de la Facultad de Medicina no conseguía trabajo por sus ideas de izquierda. Tras presentarse en los concursos y ser rechazado, logró acceder a un puesto de patólogo en Valparaíso. Si bien su trabajo como médico le generaba desafíos y le permitía crecer profesionalmente, prefirió dedicar por completo su vida a la política. Se desempeñó como Ministro de Salubridad (1939) durante la Presidencia de Pedro Aguirre Cerda, uno de los mandatarios mas queridos por el pueblo.

En estos años, Salvador Allende conoció a Hortensia Bussi, la “Tencha”, como le decían los familiares y amigos, una profesora de historia y geografía quien sería su compañera y esposa inseparable.

El 24 de enero de 1939, durante un sismo que sacudió varias regiones de Chile y dejó un gran número de muertos y heridos, y pérdidas enormes para el país, Salvador conoció a quien sería su futura mujer. Hortensia había ido al cine Santa Lucía junto con un matrimonio amigo y Salvador se encontraba participando en una reunión de la Masonería. Ante los movimientos sísmicos, ambos salieron a la calle. Salvador, por su parte, le tenía pánico a los temblores. -“Ahí me topé con el hombre quien en ese momento era Ministro de Salud del Gobierno de Frente Popular”, contaría años más tarde la esposa de Allende en una entrevista periodística. Allí los presentaron y para tranquilizarse, minutos más tarde, se fueron a tomar un café los cuatro.

Se casaron en el año 1940, cuando Allende aun se encontraba ejerciendo el cargo de Ministro de Salubridad. Estando en el cargo, le tocó recorrer muchas zonas azotadas por el terremoto y comprobar con sus propios ojos la miseria y la desigualdad de los sectores más pobres.

Tuvieron tres hijas: Carmen Paz, Beatriz e Isabel. Su esposa lo recordaba como un hombre dotado de gran sentido del humor”, con una gran calidez humana, y a quien le gustaba mucho jugar con sus hijas en la casa a las escondidas y disfrazarse.

Para el año 1945 llegó a ser Senador por primera vez y reelecto años posteriores; fue también Vicepresidente y Presidente del Senado. En el cargo de Ministro de Salubridad se comprometió con diversos proyectos: uno de ellos se presentó luego de su viaje a los EE.UU. (1941). Con motivo de una invitación a un congreso de Ministros de Salud, Salvador soñaba con un nuevo edificio para la asistencia de la salud pública, pero la oposición parlamentaria y el desinterés político hicieron que se concretara su construcción en 1964.

Durante su gestión ministerial fomentó la producción y distribución de medicamentos contra diversas enfermedades venéreas, se observaron reducciones de las muertes por tifus y se ganó un presupuesto abundante para centros de higiene públicos. Otro de los puntos en los que trabajó fue en la expansión del servicio dental en las escuelas y entrega de alimentos para los estudiantes. Recibió, entre otros reconocimientos, una medalla de oro por haber fundado el Colegio Medico de Chile. Dentro de su carrera política, también fue secretario del Partido Socialista.

“Miles y miles de hombres sembraron su dolor y su esperanza en esta hora que al pueblo le pertenece”

Allende se presentó sin éxito en las elecciones presidenciales de 1952 con el Frente del Pueblo. En 1958, tras la unificación del Partido Socialista Popular y el Partido Socialista de Chile, se postulará como candidato del FRAP, y en 1964, a pesar de conseguir un millón de sufragios, obtendrá la victoria su oponente Eduardo Frey Montalva. Las causas por las que no pudo obtener el triunfo, estaban fundamentalmente ligadas a las alianzas de la oposición, que se resistían a la posible victoria de Allende, hecho que reconocía el grado de compromiso y transformación que luego el socialista chileno lograría.

A principios de la década del setenta, América Latina vivencia transformaciones cruciales para su desarrollo y con consecuencias importantes como fue el triunfo de la revolución cubana, de la que Allende fue un decidido partidario y defensor. Se abrió así un período particularmente convulso, caracterizado por la agudización de los conflictos internacionales, especialmente en el Tercer Mundo, influjo ante el cual una gran parte de la izquierda latinoamericana y chilena rindió tributo, suscribiendo la tesis de la vía armada y de asalto directo al poder político del Estado.

Entre 1966 y 1969, Allende ocuparía el cargo de Presidente del Senado, siendo reelecto este último año por la circunscripción de Chiloé, Aysén y Magallanes.

Desempeñó un destacado lugar en el ámbito de la política internacional, al participar en la Conferencia Tricontinental y, posteriormente, en la fundación de la OLAS (Organización Latinoamericana de Solidaridad), episodio que sumado a su apoyo a la guerrilla del Che Guevara lo pusieron en el centro de los ataques de la derecha.

A diferencia de las ocasiones anteriores, contaba con el apoyo del tronco radical, con el especial concurso de actores de raíz cristiana, que dieron un peso particular a la alianza esta vez denominada Unidad Popular. Acto seguido, el 4 de septiembre de 1970, se llevaron a cabo las elecciones presidenciales más disputadas de la historia nacional chilena, bajo un clima tenso. Para la madrugada del 5 de septiembre el triunfo de Salvador Allende era una realidad.


¡Viva Chile, viva el pueblo, vivan los trabajadores!

“Yo les digo a Uds., compañeros, compañeros de tantos años, se los digo con calma, con absoluta tranquilidad: yo no tengo pasta de apóstol, ni tengo pasta de Mesías, no tengo condiciones de mártir. Soy un luchador social que cumple la tarea que el pueblo me ha dado. Pero que lo entiendan aquellos que quieren detener la historia y desconocen a la voluntad mayoría del pueblo de Chile: sin tener carne de mártir, no daré un paso atrás”. Salvador Allende.

El gobierno de Allende se desarrolló por un espacio de mil días pero los cambios fueron enormes; la plataforma electoral contaba con medidas revolucionarias de verdadero carácter social, entre las cuales se encontraba la supresión de sueldos fabulosos, la eliminación del cargo de asesores, no más viajes fastuosos al extranjero, se planteaba que los automóviles fiscales no podrán usarse bajo ningún pretexto con fines particulares. Los vehículos que queden disponibles se utilizarán para fines de servicio público, como transporte de escolares, traslados de enfermos de las poblaciones o vigilancia policial.

Comenzó una política clara de control riguroso de las rentas y patrimonios de los altos funcionarios públicos. Se dirigía que el gobierno dejará de ser una fábrica de nuevos ricos. Se terminó con las jubilaciones millonarias, sean parlamentarias o de cualquier sector público, o privado, y se utilizó esos recursos en mejorar las pensiones más bajas. Se les concedió el derecho a jubilación para todas las personas mayores de 60 años sin aportes suficientes.

Como la familia es la institución base de la sociedad, la UP generó la legislación necesaria para dar respuesta a los sueños de muchas décadas: se creó el Ministerio de Protección a la Familia, se niveló en forma igualitaria todas las asignaciones familiares y se consignó una matrícula completamente gratuita, libros, cuadernos y útiles escolares sin costo, para todos los niños de la enseñanza básica.

Se les concedió desayuno a todos los alumnos de la enseñanza básica y almuerzo a aquellos cuyos padres no se lo pudieran proporcionar. Se aseguró medio litro de leche diaria como ración a todos los niños de Chile. Se instalaron consultorios materno-infantiles en todas las poblaciones. Se invitó al Palacio Presidencial de Viña del Mar a los mejores alumnos de la enseñanza básica, seleccionados de todo el país. Además de ello, se puso en marcha un plan de emergencia para la construcción rápida de viviendas, garantizando el suministro de agua por manzana y luz eléctrica.

La Democracia socialista de Salvador tampoco podía dejar de lado un tema tan combatido como la profundización de la Reforma Agraria, que beneficiaría a medianos y pequeños agricultores, minifundistas, medieros, empleados y afuerinos.

Las medidas soñadas y las llevadas a cabo también tenían que ver con la mejora en la asistencia medica, la reglamentación en el precio de los remedios, la entrega de medicamentos gratuitamente en los hospitales.

Respecto a la educación se estableció el derecho a becas en la enseñanza básica, media y universitaria de todos los buenos alumnos, en consideración al rendimiento y a los recursos económicos de sus familias. Se crearon espacios deportivos para el desarrollo de la población en general. Se mejoraron institutos de arte y cultura para todos los chilenos.

El aumento de la producción de artículos de consumo popular, el control de los precios y la lucha diaria contra la inflación a través de la aplicación inmediata de la nueva economía fue uno de los escollos que más dificultades le generó al desarrollo democrático del gobierno, ya que la burguesía local conjuntamente con los grandes terratenientes y la oligarquía minera, hicieron todo lo posible por responder a los intereses del mercado mundial, principalmente el de los EE.UU., cuyos capitales e intereses se ponían en juego.  

Pero la nacionalización del cobre tendrá un carácter decisivo para su gobierno, con los días contados desde Washington. Estados Unidos venía implementando la Doctrina de la seguridad nacional, aplicando un sistema perverso de espionaje, boicots, persecución, torturas y secuestros, fundamentalmente a los países cuyas economías pretendían ser independientes del neoliberalismo económico.

El 11 de septiembre de 1973 el Palacio de la Moneda es sitiado por las FF.AA. al mando de Augusto Pinochet, quien una vez realizado el golpe cívico militar tomaría el poder por 17 años. Durante este periodo desaparecieron y fueron asesinadas miles de personas, las medidas de gobierno de la Unidad Popular se frenaron y Chile aplicó las dietas neoliberales a su política social y económica.

El parte oficial planteó que Salvador se suicidó de un balazo durante el golpe en la casa de moneda, pero durante el 2010 se reabrió el tema y se realizarán nuevos análisis. Salvador Allende, como otros hombres nuestros americanos fue un verdadero ejemplo de lucha y pelea por un sueño.