Revoluciones Europeas
Situación en América
Ideas fisiocráticas
Bibliografía

 

Contexto

Situación en América

ESTADOS UNIDOS

Los principios filosóficos y políticos que elaboraron Montesquieu (división de poderes) y Rousseau (soberanía popular) no se circunscribieron a los límites del  territorio francés, sino que, extendidos por Europa llegaron más allá del Atlántico y penetraron las colonias inglesas de la costa oriental norteamericana. Y fue allí donde por primera vez, esos ideales de igualdad, libertad y tolerancia dieron origen a un tipo de Estado como nunca se había conocido.

En las colonias británicas, no existían las grandes diferencias sociales que en Europa, porque mientras que en el continente europeo la distancia entre un banquero y un trabajador era enorme en las colonias americanas, comerciantes y agricultores, tenían todos, una posición social semejante; fue posible la creación de un Estado democrático.

Las trece colonias inglesas en Norteamérica habían alcanzado a comienzos del siglo XVIII una gran prosperidad económica, lo que contribuyó a crear entre los colonos un sentimiento de unidad nacional, y a que comenzaran a ver a la metrópoli como explotadora, ya que el gobierno inglés no les proporcionaba ningún beneficio tangible.

Fueron precisamente las riquezas de las colonias las que desencadenaron el conflicto. A partir de 1767, Inglaterra aumentó los impuestos sobre sus colonos en América. Pero éstos, alegando que carecían de representantes en el Parlamento de Londres, se negaron a pagar. Así, durante varios años hubo un permanente forcejeo con el gobierno metropolitano.

Declaración de la Independencia En 1773, ante la actitud de creciente resistencia de los americanos, el gobierno de Londres los declaró rebeldes y envió tropas para someterlos. Los colonos respondieron creando una milicia, y el conflicto de transformó en una guerra revolucionaria.

Tres años después, representantes de las colonias, reunidos en Filadelfia, redactaron la Declaración de Independencia, en la que se recogían los principios fundamentales de la filosofía ilustrada todos los hombres han nacido iguales y son portadores de derechos inalienables, como la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; tiene derecho a derrocar al gobierno si éste se opone a tales fines. La Constitución de 1887 establecía la soberanía popular, división de poderes y la organización federal de gobierno (representativa, republicana y confederal).
Fundaban así, un Estado regido por la razón y la libertad, y no por la legitimidad  de derecho divino y los privilegios tradicionales.


BRASIL, METRÓPOLI DEL IMPERIO PORTUGUÉS

En 1808, mientras los ejércitos de Napoleón invadieron Portugal, el monarca tomó la decisión de trasladar su corte a Río de Janeiro para preservar la integridad física de sus miembros; permanecieron en Brasil hasta 1821.

D. João VI e Carlota Joaquina, RJ, Museu Histórico Nacional. La Corona portuguesa por un período de 14 años, tomó algunas medidas que facilitaron la transición hacia la independencia. El traslado de la Corte lusa a Brasil significó una serie de profundos cambios que terminaron por servir como cuna para la construcción del país. La elevación de Brasil, en 1815, del status de colonia al de Sede del Reino Unido de Brasil, Portugal y Algarves (territorios del reino en África) es un ejemplo de dichas medidas. Otra medida fue que, si bien la dominación de Napoleón finalizó en 1815, el entonces Príncipe Regente -coronado Don Juan VI en 1818- prefirió permanecer en Río de Janeiro, aunque seis años más tarde, en 1821, debió rendirse a las presiones implacables de los políticos de Portugal y retornar a Lisboa.

Además, con Juan VI, llegaron la imprenta y los libros, la botánica, la ciencia, el teatro, mejoras arquitectónicas, el primer museo. Creó la Casa de la Moneda, el Banco do Brasil, la Biblioteca, el Jardín Botánico y toda la estructura administrativa del poder, declaró la apertura de los puertos brasileños a "todas las naciones amigas" –Portugal había impuesto a Brasil el monopolio comercial-. Estas transformaciones sentaron las bases de una economía que transformó a la colonia en un país mucho más rico que su metrópoli.

La esposa de Juan IV, Carlota Joaquina de Borbón, era infanta de España por ser hermana del rey Fernando VII. Ante la abdicación de sus parientes al trono, invocó sus derechos a ocupar ese lugar en las colonias hispanoamericanas fundamentando ser la representante más cercana En el Río de la Plata, algunos criollos sostuvieron esa posibilidad en la creencia de que la regencia de Carlota Joaquina podría aportar a la liberación de la dominación española y a la creación de un gobierno propio.

 

La infanta escribía a su esposo explicándole sus ambiciones sobre el Río de la Plata:

“[…] nunca mas que ahora ha necesitado España de los recursos de America: ni esta mas de mi presencia, que en las criticas circunstancias del dia; en que las Ciudades de Monte-Video y Buenos-Ayres, están expuestas á ser victimas de la mayor Anarquia. La proclama que en nombre de mi muy querido Hermano, promulgó en 15 de agosto, el Gobierno de Buenos-Ayres es muy ambigua, es susceptible no solo de qualesquier sentido, sino tambien de qualesquiera faccion y partido […] La institucion y exercicio de una autoridad superior á la del Virrey, es el unico medio, y mas eficaz, para arrancar de raiz aquella sisaña […] V.A.R. ha visto, por la carta que le han remitido aquellos honrados y fieles habitantes de Buenos-Ayres, los grandes deseos que tienen de que pase y me presente en persona, para estar entre ellos mismos […]”.

Carta de la Princesa Carlota al Príncipe Regente, Real Palacio, Río de Janeiro, 19 de noviembre de 1808

 

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