Buenos Aires Provincia
Ernesto Guevara de la Serna
Fidel Castro Ruz
José Marti


“La niñez de ernestito”


“Los orígenes de un revolucionario”

“Un médico distinto”

"El Che y su legado internacional"


La niñez de Ernestito

Ernesto Guevara nació por casualidad en la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe, el 14 de junio de 1928, como dio testimonio su padre en diversas entrevistas, ya que el matrimonio de Ernesto Guevara Lynch y de Celia de la Serna, alternaban su residencia entre su vivienda de Buenos Aires y sus plantaciones de yerba mate en la ciudad de Caraguatay, en la provincia de Misiones. En vísperas del parto los Guevara decidieron trasladarse a Buenos Aires por vía fluvial a través de río Paraná, pero Celia dio a luz en el Hospital Centenario de Rosario.

La familia se ampliaría con la llegada de 3 hijos mas: Celia, quien nacería en 1929; Roberto en 1932; Ana María en 1934 y Juan Martín en 1943.En los primeros días de vida se le puso el apodo “teté”; este apodo le duró unos meses, pero resurgiría en sus escritos de adulto con la sigla “TT” ya en los tiempos de persecuciones y peligros.

Sus padres pertenecían a una clase media alta aristocrática de la Argentina. Su bisabuela paterna Neoconcepción Castro Peralta descendía del Virrey Peralta de México. El mismo rey le dio una cédula real para que haga uso de un latifundio. Tanto su padre como su madre heredaron propiedades que les permitieron vivir largos años de rentas, e invertir en otras empresas.

Cuando Ernesto era muy pequeño se lo declaró asmático por lo que la húmeda provincia de Buenos Aires no favorecía al mejoramiento de su salud. Como consecuencia de esto y por recomendación médica, la familia decide mudarse a la ciudad de Alta Gracia en la provincia de Córdoba, ya que por su ubicación, las sierras pampeanas poseen un clima mas seco y óptimo para las afecciones respiratorias.

En esta provincia Ernesto vivió su niñez y gran parte de su adolescencia. Su educación primaria la realizó en Alta Gracia en las escuelas estatales de San Martín y Santiago de Liniers entre el año 1937 y 1941, y completó su educación secundaria en la ciudad de Córdoba. Allí curso primero en el Colegio Nacional de Monserrat, y luego en el Colegio Nacional Funes, entre 1942 y 1946. De niño desarrolló una gran afinidad por la lectura de obras de la literatura fantástica y durante su adolescencia entre otras incursionará en la poesía y la filosofía.

En más de una oportunidad regaló su propio guardapolvo para algún compañero que por motivos económicos no podía acceder a comprar uno, y era común en la casa de los Guevara Lynch que se preparasen grandes ollas de comida ya que se reunían a comer niños del barrio.

El asma fue una molestia a lo largo de su vida, aunque no un impedimento para el desarrollo de sus acciones. Desde pequeño vivenció ataques muy severos que requerían cuidados especiales, por lo que parte de su escolaridad lo realizó en su casa, y fue su mamá quien se encargó de preparar al niño. Esta enfermedad también lo obligaba a tener recaudos a la hora de realizar deportes, pero era un niño muy inquieto y activo que se superaba día a día. Uno de los provechos que le sacó al tiempo en su casa fue el interés por la lectura y los juegos didácticos como el ajedrez.


Los orígenes de un revolucionario

Celia Guevara era una mujer feminista y progresista para su época, y su papá en plena Guerra Civil española y posteriormente ante el estallido de la Segunda Guerra Mundial, creó el comité de acción local argentina, se trataba de una agrupación antifascista, el joven Ernesto se uniría al comité desarrollando una de sus primeras experiencias en la militancia

La biblioteca de la casa contaba con amplias obras, dentro de la que se encontraban literatura comunista y socialista entre otras, el acceso a las mismas le proporcionó una mirada más amplia de los sucesos socio – políticos y económicos en el futuro. La visión anticlerical y socialista de sus padres encaminaría sus pasos venideros.

El debate político era frecuente en la casa, y más teniendo en cuenta las transformaciones que vivía la Argentina durante los años del peronismo. Como era común en la clase media y en la clase alta argentina, los padres de Ernesto y toda su familia, eran abiertamente antiperonistas, a diferencia de Ernesto quien al parecer tenía una posición distinta. En los años de su secundario, a pesar de no militar en ningún partido, manifestó su postura antiimperialista, radicalizada a los largo de su vida y concretada en la triunfante revolución cubana como uno de sus momentos máximos.

La familia Guevara muda su residencia a Buenos Aires y Ernesto ingresa a la Facultad de Medicina, donde continua realizando sus estudios universitarios demostrando especial interés en la investigación del asma, alergias, lepra y la teoría sobre nutrición. Indudablemente, su historia personal jugará un papel importante a la hora de su elección.

Intercalando su tiempo de estudio realizará una serie de viajes. Durante 1952, hace su primer viaje por América Latina, junto con su amigo Alberto Granados en una moto y sin mucho dinero. Recorren algunas provincias de la Argentina, luego Chile, Perú, Colombia y Venezuela.

Uno de los momentos cruciales y que según su amigo Carlos “Calica” Ferrer dará origen al Che, será la visita a las minas de cobre de Chuquicamata (Chile); en ese lugar vieron con asombro el grado de explotación de los obreros, de discriminación del nativo respecto a los norteamericanos. El dolor y la opresión van calando hondo en la mirada del Che sobre la realidad de su entorno.

Regresa a Buenos Aires decidido a terminar la carrera de medicina, y desafía sus tiempos de estudio rindiendo una gran cantidad de finales en poco tiempo. En Abril de 1953 se gradúa en la Universidad y recibe el título de médico.

En julio de 1953, inicia su segundo viaje por América Latina. En esta oportunidad visita Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, El Salvador y Guatemala. Cuando Ernesto recorre los países del litoral pacífico de América del Sur, al visitar las minas de cobre, ve los poblados indígenas con sus miserias intactas desde mas de un siglo y las leproserías; allí es donde da muestras de su profundo humanismo, e irá creciendo y agigantando su modo revolucionario de pensar y su firme antiimperialismo.


Un médico distinto

En Guatemala conoce a Hilda Gadea, una joven peruana militante del APRA, quien le facilitó los recursos para hospedarse y los contactos para hallar trabajo. Junto con otros exiliados políticos latinoamericanos se reunían para discutir propuestas. En el verano de 1955, en el pequeño pueblo de Tepoztlán, contrae matrimonio con Hilda y de dicha unión nace su primera hija Hilda Guevara Gadea.

En Guatemala participa en la defensa del Gobierno del presidente Arbenz, después de cuya derrota viaja a México, donde trabajará de médico en la Sala de Alergia del Hospital Central. En este mismo año conoce a Fidel Castro y se incorpora a la causa revolucionaria; participa en los preparativos de la expedición del “Granma”, y es encarcelado en la ciudad de México por pertenecer al grupo de Fidel Castro.

De este momento el Che comenta: “En tierra azteca me volví a encontrar con algunos elementos del 26 de Julio que yo había conocido en Guatemala y trabé amistad con Raúl Castro, el hermano menor de Fidel. El me presentó al jefe del Movimiento cuando ya estaban planeando la invasión a Cuba. Charlé con Fidel toda una noche, y al amanecer ya era el médico de su futura expedición. En realidad, después de la experiencia vivida a través de mis caminatas por toda Latinoamérica, no hacía falta mucho para incitarme a entrar en cualquier revolución contra un tirano, pero Fidel me impresionó como un hombre extraordinario. Las cosas más imposibles eran las que encaraba y resolvía”.

El día 25 de noviembre sale del puerto de Tuxpán el yate “Granma”; entre los 82 revolucionarios encabezados por Fidel Castro viaja el Che, llegando a Cuba el día 2 de diciembre. Ya estando en Cuba Ernesto Guevara participa en la guerra revolucionaria contra Batista.

El proceso revolucionario tendrá etapas de victorias y de desaciertos en la lucha contar el dictador Batista y sus aliados extranjeros, desde las Sierras. A fines de diciembre de 1958 el general Eulogio Castillo tomó el mando con una junta militar y designó un presidente civil. Esta estrategia estaba destinada a arrebatarles el triunfo a los insurgentes; pero Fidel desde la Radio Rebelde anunciaría “¡Revolución sí, golpe militar no!”; de esta manera desbarataba todo intento de golpe.

El 1 de enero de 1959 el dictador Batista abandona Cuna y finalmente vence la revolución. Será el 4 de enero de 1959 cuando los rebeldes del 26 de julio entren triunfantes en La Habana.

Ernesto Guevara, aquel médico argentino que había salido de Buenos Aires unos años antes, ahora transformado en comandante, tuvo el reconocimiento por su acción en la lucha y se le otorgó la nacionalidad cubana y el Colegio Médico Nacionalidad lo designó “médico cubano honorario”.

Dentro del Gobierno de Cuba  ocupó diversos cargos: Jefe de milicia, director del Instituto de Reforma Agraria, presidente del banco nacional; trabajaba incesantemente unas 16 horas en su tarea en el banco y los fines de semana participaba en la zafra como parte del trabajo voluntario que el mismo había propuesto e impulsado en Cuba y al que adhirieron miles de cubanos. También ocuparía los cargos de ministro de Economía y ministro de la Industria.

Su posición dentro del gobierno le permitió firmar varios acuerdos económicos que se encaminaban a la independencia económica de los intereses de los Estados Unidos.


El Che y su legado internacional

Respecto a su vida afectiva y la conformación de la familia, el Che se divorció de Hilda Gadea, su primera esposa, en el año 1959, pero en ningún momento se desvinculó de su hijita Hildita, ya que su madre se radicó en La Habana, donde desempeñó importantes cargos hasta su fallecimiento en la década del 70.

Su segundo matrimonio fue con la cubana Aleida March Torres, el 9 de junio de 1959 en una ceremonia en la que participaron amigos y compañeros de lucha, en La Habana. Aleida March era una militante cubana que se había integrado al movimiento del Movimiento 26 de Julio a quien Guevara conoció en 1958 cuando el Che se encontraba desarrollando la ofensiva final sobre el régimen de Batista.

El matrimonio tuvo cuatro hijos: Aleida Guevara March, nacida el 17 de noviembre de 1960, Camilo Guevara March, nacido el 20 de mayo de 1962, Celia Guevara March, nacida el 14 de junio de 1963. La vida familiar del Che se debatía entre los viajes internacionales y los cargos que ocupaba en los distintos  Ministerios; el 24 de febrero de 1965, mientras Ernesto Guevara se encontraba en una gira por Asia y África, nacería su cuarto hijo con Aleida: Ernesto Guevara March.

Era común que desde la distancia le escriba a su esposa para contarle cómo se encontraban las cosas en el viaje y a qué acuerdos se había llegado, y dejarle sus pensamientos en una de sus cartas: “Aunque no lo quieras creer, me acuerdo de ti a cada momento. Espero que le estés metiendo en serio a la máquina, la taquigrafía y el inglés para poder acompañarme en cada viaje que haga (…). Me despido para poder mandarte la carta, porque sino no lo haré nunca. Te mando un beso del tamaño de un elefante para que te consueles de mi ausencia”. Che 22 de junio de 1959.

Su internacionalismo lo llevó a diversos países del mundo en la lucha contra la opresión del colonialista, pero sin lugar a dudas su ultimo viaje tendrá un final lamentablemente desafortunado, perseguido por la CIA, sin el apoyo esperado del partido Comunista Boliviano y tras no poder consolidar el Ejército de Liberación Nacional de Bolivia, es asesinado el 9 de octubre de 1967 por soldados bolivianos adiestrados por la CIA. El 18 de octubre de ese mismo año y tras la noticia de su asesinato, Fidel Castro en la Plaza de la Revolución le anuncia al pueblo cubano la lamentable noticia.

En una de las casas de su niñez en la Ciudad de Alta Gracia se exhibe el museo Ernesto Guevara donde se pueden ver objetos de la familia y gigantografías de su vida. Este museo fue visitado por Fidel y los hijos de hijos de Ernesto, al igual que miles de personas.

La figura del médico guerrillero y revolucionario argentino-cubano recorre cada día el mundo, inspira y alienta a generaciones de hombres y mujeres. Antes de partir en su último viaje les deja una carta a sus hijos. Al respecto, su hija Aleida en una entrevista decía: “En su carta de despedida a nosotros, sus hijos, nos estaba pidiendo que fuéramos capaces de dominar la técnica, que permite dominar la naturaleza. Dice también que estudiáramos todo lo que pudiéramos siempre, que nunca nos cansáramos, porque ahí está la posibilidad de ayudar mejor al ser humano. Que fuéramos capaces de sufrir en nuestra propia mejilla el dolor provocado a cualquier hombre en cualquier parte. Yo soy hija de un internacionalista”.

Recién en el año 1997, y tras largos trabajos de investigaciones forenses, fueron hallados los restos de Ernesto Guevara y trasladados a Cuba. Desde entonces miles y miles de personas, año tras año, visitan la tumba del Che, más que un hombre un ideal vivo e inquietante.